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| Imagen sacada de www.elmundo.es |
Pero, después del calvario pasado por este sector como consecuencia de una irresponsabilidad de una autoridad pública europea, ha demostrado, sin duda, que el trabajo que se realiza en la provincia de Almería, tanto en el proceso de cultivo como de comercialización, cuenta con las más fiables garantías para el consumidor en la calidad de las frutas y hortalizas que se ofrece y en los sistemas de seguridad alimentaria y trazabilidad que se aplican.
Para Francisco Vargas, presidente de Asaja Almería, «tenemos que cerrar el tema de una vez por todas, porque profundizando en el asunto podemos confundir, y ha quedado más que claro que en Almería se ofrece la máxima calidad y seguridad alimentaria en sus productos. El agricultor almeriense, y el sector en su conjunto, han reafirmado una profesionalidad ya mostrada antes de esta crisis», afirma Vargas.
Para Francisco Vargas, presidente de Asaja Almería, «tenemos que cerrar el tema de una vez por todas, porque profundizando en el asunto podemos confundir, y ha quedado más que claro que en Almería se ofrece la máxima calidad y seguridad alimentaria en sus productos. El agricultor almeriense, y el sector en su conjunto, han reafirmado una profesionalidad ya mostrada antes de esta crisis», afirma Vargas.
Precisamente, el riguroso cumplimiento de los sistemas de trazabilidad facilitaban, en menos de 24 horas, la determinación de las partidas de pepino señaladas como portadoras de la bacteria y su posterior comprobación de que estaban totalmente limpias y que, dicho producto, era de una alta calidad, despejando cualquier duda sobre la ‘inocencia’ del producto de Almería. El primer día de junio, se retiraba la alerta sanitaria publicada por la Unión Europea para el pepino convencional, pero permanecería hasta el 22 de octubre la que señalaba al pepino ecológico, como comenta Cazorla.
El daño ya estaba hecho. Las sospechas generaron el cierre del mercado para los productos hortofrutícolas, no sólo para el pepino, tomate o lechuga, productos también barajados en un principio como posibles portadores de la cepa, sino que países como Francia o Rusia o Austria, entre otros, cerraron sus puertas a las frutas y hortalizas, no sólo de Almería, sino de origen español.
Más de seis meses desde aquel 26 de mayo de 2011, cuando se publicaba la alerta sanitaria, tardaba el sector en iniciar la recuperación de las nefastas consecuencias de la crisis. Juan Enrique Vargas, gerente de Hortofrutícola Costa de Almería, una de las empresas señaladas por las autoridades alemanas, comenta que «hasta llegado el mes de enero no hemos comenzado a vender a un mejor precio en la provincia». Y es que, en los meses posteriores, el valor de los productos hortofrutícolas experimentaba un acusado descenso, derivado, en un principio de la desconfianza del consumidor, pero posteriormente, indica Francisca Iglesias, secretaria general de la unión de Pequeños Agricultores de Almería, «como una oportunidad vista por los clientes para abaratar el precio de los productos, porque en la provincia de Almería, en el inicio de campaña, se continuó aumentando la exportación de frutas y hortalizas, eso sí, a un menor precio».
Así, lo corroboran desde la Junta de Andalucía, ya que, el mal comportamiento del mercado en los últimos seis meses puso de manifiesto que a pesar de que el volumen total de exportaciones hortofrutícolas de Almería se incrementase un 16% en relación al año anterior, la facturación apenas varió.
En este apartado se observan claros síntomas de recuperación durante el primer trimestre de 2012, periodo en el que el volumen de productos exportados ha aumentado un 3% en relación a 2011, mientras que los ingresos por estas operaciones crecieron por encima del 12%.
Esta recuperación, sin duda, forma parte de los logros de la sociedad en general. Antes las infundadas acusaciones, desde todos los colectivos sociales, rápidamente, se apoyó al sector hortofrutícola almeriense, iniciando propuestas de fomento del consumo. Personalidades públicas, medios de comunicación asociaciones… etc mostraron su solidaridad con un sector al que se le habían cerrado las puertas de Europa. Andrés Góngora, secretario provincial de Coag-Almería asegura que «la solidaridad mostrada por la sociedad española ha sido fundamental para reforzar la imagen de las frutas y hortalizas, recuperar la cuota de mercado perdida en un principio y volver a confirmar la calidad de los productos que ofrecemos». Góngora considera que, tras los acontecimientos ocurridos y de cara al futuro, «hay que pensar en positivo, en Coag consideramos que la imagen, en general está reforzada, insisto por la madurez que ha demostrado la sociedad, que ha estado a la altura de la situación, mucho más que las administraciones».
Pero, como responde a la experiencia de Juan Enrique Vargas y Miguel Cazorla, «la confianza no se llega a recuperar del todo, el un proceso largo». No obstante, después de los primeros meses, constatan que su empresa comenzó a recuperar esa injusta credibilidad perdida.
Las indemnizaciones concedidas por la Unión Europea, 227 millones de euros para el sector hortofrutícola europeo afectado por la crisis no ha cubierto las pérdidas económicas que se produjeron en Almería. Las organizaciones agrarias critican la gestión de las indemnizaciones llevadas a cabo por la Administración. Además, mantiene su indignación por la decisión de la comisión Europea de no incluir en las indemnizaciones a productores de berenjena, melón o sandía, que tuvieron que afrontar grandes pérdidas económicas ya que, el mercado tampoco demandó estas frutas y hortalizas. «Mientras que los productores de otros países contaban con todos los trámites resueltos, en Andalucía estábamos todavía preparando cómo debíamos de llevar a cabo las retiradas y solicitar las indemnizaciones», apunta Francisca Iglesias, quien señala que «estas indemnizaciones beneficiaron a los productores de otros países pero no a los almerienses». La burocracia «ha provocado que muchos productores no reciban las ayudas, sobre todo, ha sido una mala gestión por parte de la Junta de Andalucía», asevera el presidente de Asaja Almería, «a pesar de que los técnicos de la Delegación en Almería estuvieron a la altura de las circunstancias y demostraron su preparación». La Consejería, a pesar de anunciar que se repartirían 55 millones de euros entre los productores de Andalucía, aproximadamente 47 millones en Almería, finalmente, de acuerdo a los expedientes correctos tramitados, se repartieron «33 en Andalucía y sólo 27 millones de euros en Almería», señalan desde Asaja. Según Coag, «aún quedan por resolverse un 5% de los expedientes».
Pero, como responde a la experiencia de Juan Enrique Vargas y Miguel Cazorla, «la confianza no se llega a recuperar del todo, el un proceso largo». No obstante, después de los primeros meses, constatan que su empresa comenzó a recuperar esa injusta credibilidad perdida.
Las indemnizaciones concedidas por la Unión Europea, 227 millones de euros para el sector hortofrutícola europeo afectado por la crisis no ha cubierto las pérdidas económicas que se produjeron en Almería. Las organizaciones agrarias critican la gestión de las indemnizaciones llevadas a cabo por la Administración. Además, mantiene su indignación por la decisión de la comisión Europea de no incluir en las indemnizaciones a productores de berenjena, melón o sandía, que tuvieron que afrontar grandes pérdidas económicas ya que, el mercado tampoco demandó estas frutas y hortalizas. «Mientras que los productores de otros países contaban con todos los trámites resueltos, en Andalucía estábamos todavía preparando cómo debíamos de llevar a cabo las retiradas y solicitar las indemnizaciones», apunta Francisca Iglesias, quien señala que «estas indemnizaciones beneficiaron a los productores de otros países pero no a los almerienses». La burocracia «ha provocado que muchos productores no reciban las ayudas, sobre todo, ha sido una mala gestión por parte de la Junta de Andalucía», asevera el presidente de Asaja Almería, «a pesar de que los técnicos de la Delegación en Almería estuvieron a la altura de las circunstancias y demostraron su preparación». La Consejería, a pesar de anunciar que se repartirían 55 millones de euros entre los productores de Andalucía, aproximadamente 47 millones en Almería, finalmente, de acuerdo a los expedientes correctos tramitados, se repartieron «33 en Andalucía y sólo 27 millones de euros en Almería», señalan desde Asaja. Según Coag, «aún quedan por resolverse un 5% de los expedientes».
En esta crisis, como señala Juan Enrique Vargas, «se ha demostrado la debilidad de España frente Alemania y la poca influencia que tiene en la Unión Europea». Por su parte a Miguel Cazorla, «se me ha caído el gran mito alemán.»
Fuente: agromeat.com

