![]() |
Fuente de la imagen |
La idea nació hace dos años en el seno de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona y el Centro de Investigadores ATIC, donde el equipo, antes de la incorporación de Carlos Arias, ya había hecho algunas pruebas antes. Finalmente se encargaron de llevar a cabo todo el estudio de mercado, valorar las ventajas diferenciales y asegurarse de que el nuevo kit “era rápido, cuantitativo y fácil de usar”, en palabras del investigador, que recuerda que tuvieron la suerte de contar con el apoyo de entidades como el CESAC y el grupo NUTRECO, Vall Companys y Pondex.
“Vimos que efectivamente había una necesidad real”, asegura Carlos Arias, que ahora gestiona su propia empresa, ImicroQ. Cuentan con un equipo de 12 personas para comercializar esta nueva tecnología, que esperan lanzar al mercado a finales de año y de la que serán capaces de suministrar hasta 2 millones de unidades anuales. Sobre el precio, aún no han desvelado nada, aunque Arias avanza que “será competitivo frente a los métodos alternativos existentes en el mercado”.
El kit vendrá equipado con todos los consumibles necesarios para hacer el diagnóstico, y se comercializará tanto un kit para analizar dos muestras como otro más sofisticado que será capaz de trabajar con 8 muestras a la vez.
¿Qué resultado tendrá para el profesional del sector? Pues que “le permitirá avanzar hasta 24 horas el resultado”, asegura el investigador, ya que se ahorra enviarlo todo al laboratorio, un proceso que sólo en el transporte le supone un día.
Con esta misma filosofía, el equipo trabaja también en un kit para la detección del campylobacter, “que será muy importante” para el sector. El funcionamiento de este último será muy parecido, aunque incluso se acortará el tiempo de espera del diagnóstico. Eso sí, para ver este último en el mercado habrá que aguardar, al menos, un año y medio.
“Vimos que efectivamente había una necesidad real”, asegura Carlos Arias, que ahora gestiona su propia empresa, ImicroQ. Cuentan con un equipo de 12 personas para comercializar esta nueva tecnología, que esperan lanzar al mercado a finales de año y de la que serán capaces de suministrar hasta 2 millones de unidades anuales. Sobre el precio, aún no han desvelado nada, aunque Arias avanza que “será competitivo frente a los métodos alternativos existentes en el mercado”.
El kit vendrá equipado con todos los consumibles necesarios para hacer el diagnóstico, y se comercializará tanto un kit para analizar dos muestras como otro más sofisticado que será capaz de trabajar con 8 muestras a la vez.
¿Qué resultado tendrá para el profesional del sector? Pues que “le permitirá avanzar hasta 24 horas el resultado”, asegura el investigador, ya que se ahorra enviarlo todo al laboratorio, un proceso que sólo en el transporte le supone un día.
Con esta misma filosofía, el equipo trabaja también en un kit para la detección del campylobacter, “que será muy importante” para el sector. El funcionamiento de este último será muy parecido, aunque incluso se acortará el tiempo de espera del diagnóstico. Eso sí, para ver este último en el mercado habrá que aguardar, al menos, un año y medio.
Fuente: avicultura.com