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Según la agencia británica, hace 5 años el 65% de los puestos de venta de este tipo de carne estaba contaminada por Campylobacter. Para enmendar esta situación, la FSA ha puesto en marcha nuevas investigaciones y espera que la industria avícola colabore en la mejora de la bioseguridad desde las explotaciones ganaderas al resto de establecimientos alimentarios.
Así, la FSA busca que en los mataderos se tomen medidas para evitar la contaminación entre las canales de aves. Desde el Consejo Avícola Británico se aplaude esta decisión y recuerdan que "hay una mayor conocimiento sobre esta bacteria y hay signos prometedores ya que al implementar ciertas medidas se podría reducir su presencia".
Fuente:eurocarne