martes, 19 de noviembre de 2013

Taiwán reconoce que España le alertó en 2009 sobre las mezclas ilegales de aceites

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Varios aceites procesados por la empresa taiwanesa Chang Chi, incluido aceite de oliva español, fueron retirados el pasado 18 de octubre de la venta en la isla por el Departamento de Alimentos y Medicinas, ante la sospecha de estar adulterados, y contener el aditivo clorofilina cúprica. España, ya había alertado en 2009 a Taiwán sobre las mezclas ilegales de aceites.

Las autoridades taiwanesas requisaron 2.490 litros de aceite de oliva español, materias primas y los libros de contabilidad de la empresa, para investigar cargos de fraude y violación de las leyes de seguridad alimentaria.
El Ministerio de Salud y Bienestar de Taiwán ha reconocido en una rueda de prensa que España había notificado a la isla ya en 2009 sobre posibles mezclas ilegales en aceites que se vendían en la isla como de oliva español. 

El director general de la Administración de Medicinas y Alimentos (AMA) de Taiwán, Yeh Ming-kun, confirmó la veracidad de la existencia de un informe español de 2009 alertando a Taiwán, tal como reveló el número de esta semana de la revista isleña Yizhoukan. El semanario isleño citó a dos empresas taiwanesas sospechosas de vender aceite de oliva español adulterado, pero tanto los portavoces de las empresas como la AMA aseguran que los productos citados han pasado controles y cumplen la normativa alimentaria.

Sin embargo, la AMA hizo pública una lista de aceites que contienen el aditivo prohibido clorofila cúprica, entre los que se encuentra un aceite de semillas de uva de la empresa Fwusow, que en su etiqueta dice que es originario de España.

En conferencia de empresa, el portavoz de Fwusow señaló que su aceite de semillas de uva había sido importado directamente de España a través de la empresa Vidoria SL y que, si tienen problemas, demandaría a la empresa española.

El gobierno isleño ha publicado una lista con aceites que no contienen ni clorofila cúprica ni aceite de algodón para orientar a los consumidores isleños.

El fraude ha llegado a crear el pánico entre los consumidores

Los medios taiwaneses están dedicando mucho espacio a cubrir el escándalo de las mezclas de aceites vendidos como de oliva procedentes de España o Italia, y varios legisladores han exigido un endurecimiento de la normativa y el aumento de los controles sobre el etiquetado y examen de los aceites importados.

En general, la cobertura no ha señalado deficiencias en los aceites españoles sino adulteración ilegal en la isla, pero en varias ocasiones se ha mencionado en la prensa y en la televisión un estudio realizado en España en 2012 en el que supuestamente se descubrió que un cuarto de los aceites de oliva no cumplían con la normativa europea.

La polémica, desencadenada hace dos meses cuando se descubrió que aceite de la empresa Chang Chi vendido como "puro de oliva español" era en realidad una mezcla con aceites baratos y clorofila cúprica, está creando pánico en el consumidor taiwanés y una oleada de retiradas de productos alimenticios y de fuertes multas y condenas.

Fuentes: EFECOM
             agroinformacion.com