miércoles, 28 de mayo de 2014

Extraño sabor a moho...

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En la siguiente pregunta, la persona en sí, comenta que vió en el supermercado pan cerrado herméticamente con moho. Al comprar su baggette (cerrada con alambre) y probarla, se dio cuenta de que tenía un sabor a moho surgiendo por ello las siguientes preguntas ¿Podrían haber lavado el pan y ponerlo a la venta otra vez?, ¿Podrían haber sustituido los que tenían moho por otros panes de otros paquetes, manteniendo el paquete original?

Desde el punto de vista de la higiene alimentaria, dichas acciones son inconcebibles. Se debe respetar unas normas y comportamientos para garantizar la máxima salubridad al consumidor, y desde luego, esas opciones, no entran dentro de mantener dichos principios.

Un alimento en mal estado puede provocar una toxiinfección alimentaria, que puede causar desde leves vómitos y diarreas hasta la muerte, por lo que respetar el código de buenas practicas de manipulación tiene gran importancia, no solo para el cliente, sino también para los trabajadores y la propia empresa en si.

También he de decir que peores cosas he leído y escuchado...por lo que tampoco sería capaz de poner la mano en el fuego por dicho establecimiento. Pero antes de señalar con el dedo a nadie ¿Existe otra explicación al asunto? La verdad es que sí.


Los mohos son microorganismos aerobios capaces de deteriorar los alimentos, e incluso algunos de ellos, producir micotoxinas, las cuales constituyen un peligro químico para el consumidor.

Los mohos crecen formando filamentos llamados hifas, los cuales, durante su crecimiento se entrelazan formando micelios. Estos se reproducen asexualmente en la mayoría de los casos y las estructuras sexuales sólo aparecen cuando las circunstancias son favorables o se encuentran micelios de distinta polaridad.

Cuando observamos un gran crecimiento de moho sobre la superficie, sus “raíces” ya han invadido profundamente el alimento, es decir, lo que se ve no es comparable con lo que no se ve.

El pan en si puede estar contaminado con moho y no percibirlo fácilmente, ya sea porque el moho está “inmaduro” (el color de la mayoría de los mohos se debe a sus esporas asexuales, que se desarrollan en el extremo de las hifas) o porque ya ha perdido su viabilidad (lo que no significa que el alimento este libre de micotoxinas).

¿Podrían haber lavado el pan? No es la mejor opción, ya que lavar el pan afectaría a su calidad organoléptica. ¿Podrían haber cepillado el pan eliminando con ello los mohos superficiales para poder vender el producto como fresco?... Quien sabe, aunque como he dicho antes, si dicho establecimiento tiene conciencia de lo que conlleva una falta de seguridad alimentaria, probablemente dicho sabor sea por lo comentado anteriormente.

Es recomendable que, cuando realicemos la compra, si vemos algún alimento deteriorado avisemos al responsable, para que este lleve a cabo su retirada, y que nadie, por despiste o por desconocimiento, pueda llegar a consumir dicho alimento.