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En el proyecto participan más de diez personas y se realiza junto al Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística de Valencia (ITENE) y con la colaboración de otros centros de investigación como la Universidad de Córdoba.
Ángeles Jos, responsable de la investigación, señala que "se trata de un proyecto en el que mediante el añadido de arcilla al polímero de los envases plásticos se retrasa la entrada de gases que pueden deteriorar los alimentos. De este modo se consigue la conservación de la carne en perfectas condiciones durante 24 horas más que en la actualidad".
Las investigaciones están centradas en arcillas no tóxicas que no generan efectos secundarios y ya se encuentran en su fase final. De hecho, las previsiones son que el proyecto concluya en julio de 2015. En ese momento, podría iniciarse el proceso de elaboración de informes de resultados para obtener las aprobaciones administrativas necesarias para su futura aplicación en la industria cárnica.
Ángeles Jos, responsable de la investigación, señala que "se trata de un proyecto en el que mediante el añadido de arcilla al polímero de los envases plásticos se retrasa la entrada de gases que pueden deteriorar los alimentos. De este modo se consigue la conservación de la carne en perfectas condiciones durante 24 horas más que en la actualidad".
Las investigaciones están centradas en arcillas no tóxicas que no generan efectos secundarios y ya se encuentran en su fase final. De hecho, las previsiones son que el proyecto concluya en julio de 2015. En ese momento, podría iniciarse el proceso de elaboración de informes de resultados para obtener las aprobaciones administrativas necesarias para su futura aplicación en la industria cárnica.
Fuente: cdecomunicacion.es