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Una cuestión que se plantea más gente de la que podemos pensar...¿Por qué? Principalmente por la culpa de modas pasajeras que unas veces dicen blanco y otras veces dicen negro, impresionantes, increíbles, fabulosas y estupendas dietas (Estoy siendo irónica...) que carecen de cualquier fundamento científico, dietas como las que proponen para adelgazar una reducción drástica de hidratos de carbono y una elevada ingesta de grasas, dietas que comentan que la fruta es mejor ingerirla sola debido a que puede perturbar la digestión y que pierde su valor nutritivo…
La verdad es que comer fruta, ya sea sola o en las comidas, es siempre 100% aconsejable, a no ser que se tenga una patología concreta, claro está.
Cualquier momento es bueno
La fruta es una gran fuente de vitaminas y minerales, y la ventaja que tiene, es que es un alimento que puede consumirse a cualquier hora del día, ya sea como tentempié, merienda, desayuno o en cualquier momento de la comida
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¿Y si la consumimos antes de comer? Opción interesante en caso de no querer atiborrarnos en las comidas, debido a que la cantidad de agua y fibra que contiene la fruta produce un efecto saciante que nos ayudará a ingerir menos alimentos.
Son rumores, son rumores ...
Estamos en la era de la información, pero también de la desinformación... y al final uno, si no entiende del tema, ya no sabe por donde le da el aire.
Por ejemplo, se comenta por ahí que la fruta ingerida después de las comidas produce gases. Hay que decir que la fibra de por sí produce gases, pero salvo personas sensibles a ello, una cantidad adecuada de fibra no causa problemas. La producción de gases podría deberse a otras causas como padecer extreñimiento, comer deprisa, ingerir alimentos condimentados…
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En conclusión, la fruta es buena a cualquier hora del día, y en la hora de la comida, no por consumirla antes, después o durante vamos a alterar sus aportes.