jueves, 19 de enero de 2012

Los beneficios de comer sopa

Las sopas aportan a nuestro organismo un alto número de vitaminas –sobre todo A y C–.. La Asociación Americana del Corazón aconseja especialmente la ingesta de sopa de vegetales por su capacidad hidratante, ya que ayuda al cuerpo a equilibrar su necesidad de agua. Por otro lado, se evita la pérdida de nutrientes en caso de la sopa de verduras, quedándose formando parte del caldo.
También la de pollo se encuentra entre las más saludables. Un estudio publicado en la revista médicaChest ha demostrado que este caldo tiene propiedades terapéuticas, porque relaja las vías aéreas superiores y fomenta la descongestión nasal.

No es, en realidad, una novedad médica, ya que las primeras alusiones a la sopa de gallina se remontan al siglo XII, cuando el célebre médico Maimónides la recomendaba a los pacientes con problemas respiratorios. Forma parte de la dieta Mediterranea desde el siglo I, aunque se tiene constancia de que ya en la prehistoria se cocinaba sopa. En la gruta Font-de-Gaume de Les-Eyzies-de-Tayac (Dordoña, Francia) se han encontrado unos grabados prehistóricos realizados en la piedra, donde se muestra a unos hombres preparando un caldo, aunque es posible que el objetivo real fuera ablandar algún animal. Ya sea la vermicelli de ostras y fideos que toman en Taiwán, la paraguaya –tan sólida que hay que utilizar cuchillo– o nuestra patria de cebolla, las sopas siguen teniendo un lugar primordial en las mesas de todo el mundo.

Desde el punto de vista dietético, no solo nos aportan los beneficios expuestos antes, si no que además:

  • El consumo de sopa ayuda a disminuir la ingesta de alimentos: tomar sopa antes de comer genera más saciedad y reduce el apetito. Estudios han confirmado que los individuos consumen 20% menos calorías cuando incluyen sopa en su alimentación respecto a cuando no se ingiere. 
  • La sopa disminuye la densidad energética de la dieta: La densidad energética es la relación existente entre el volumen y las calorías aportadas por la dieta, a mayor volumen y menor contenido calórico, menor densidad energética. En el caso de la sopa, al tener alto contenido en agua y muy pocos alimentos sólidos, tiene una densidad calórica baja, es decir, pocas calorías por porción. Ésto convierte a la sopa en un alimento que añadir en el menú para perder peso. 
Y no nos olvidemos que es un plato sencillísimo de preparar. ¡Todo ventajas!

Fuente: muyinteresante.es