lunes, 25 de febrero de 2013

El fraude de los huevos BIO en Alemania

Los huevos BIO cuestan en los supermercados alemanes entre un 30% y un 60% más que los que no llevan la etiqueta de productos orgánicos, pero se trata de un fraude a gran escala, según denuncia el semanario Der Spiegel, que ha tenido acceso a un informe fiscal que apunta al "mayor crimen agrícola de la historia de Alemania".

La Fiscalía De Oldenburg habría acusado formalmente a cientos de empresas de Baja Sajonia, el gran productor de huevos de Alemania, que no respetan las condiciones de superficie mínima de la que deben disfrutar las gallinas en este tipo de explotaciones y que sistemáticamente etiquetan fraudulentamente sus productos. La etiqueta de huevos orgánicos o huevos BIO, el conocido como código cero, no permite la coexistencia de más de 6 gallinas por metro cuadrado.

En naves con varios niveles, lago habitual en climas como el alemán que no permite durante buena parte del año que las gallinas se muevan en el exterior, son permitidas hasta 12 gallinas por metro cuadrado. La normativa exige además que el tamaño máximo del grupo no supere las 3000 gallinas y solamente pueden ser alimentadas con comida orgánica procedente de productos no alterados genéticamente. Estas son las exigencias que las granjas BIO alemanas están ignorando sistemáticamente, lo que ha sido descubierto a raíz de un caso que arrastra desde septiembre de 2011, cuando varias granjas fueron denunciadas.

Varios hallazgos de esa investigación llevaron al fiscal a extenderla después a varias regiones alemanas. En el Estado federado de Baja Sajonia se ha procedido a investigar 150 granjas BIO, efectuando las redadas correspondientes, y el fiscal ha realizado acusaciones formales contra 50 de ellas. A escala federal, la Fiscalía considera, según adelanta el semanario Der Spiegel, que una de cada 5 granjas BIO no cumple satisfactoriamente con los requisitos de la etiqueta y hay gobiernos regionales, como el de Baja Sajonia, cuyo ministro de Agricultura, Christian Meyer, pertenece al partido Los Verdes, que ya han informado que pasan a confirmar los datos y que "serán retiradas las licencias de producción que corresponda".

A finales de 2011 los productos orgánicos sufrieron ya un duro golpe en Alemania, cuando se descubrió que una banda de falsificadores italianos habían etiquetado como BIO unas 700.000 toneladas de productos alimenticios convencionales que habían sido exportados a otros países, entre ellos Alemania. Aun así, el sector goza de muy buena salud en Alemania y factura más de 7,000 millones de euros al año, con un crecimiento anual de alrededor del 6%.


Fuente: elpais