miércoles, 3 de abril de 2013

Tomates genéticamente modificados actúan como el colesterol bueno

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Investigadores de la UCLA diseñaron genéticamente unos tomates que al ser consumidos producen un péptido que imita las acciones de la lipoproteína de alta densidad (HDL), que es conocida como colesterol bueno, según informó el Journal of Lipid Research.

Los investigadores encontraron que los ratones alimentados con estos tomates en forma liofilizada tenían menos inflamación y acumulación de placas en las arterias.

El profesor Alan M. Fogelman de la David Geffen School of Medicine de UCLA afirmó que éste es uno de los primeros ejemplos de un péptido que actúa como la proteína principal en el colesterol bueno y que puede obtenerse simplemente comiendo el tomate.


Según el profesor Fogelman, no hubo necesidad de aislar o purificar el péptido que estaba plenamente activo una vez el tomate fue consumido.

Procedimiento y resultados

El profesor Fogelman y su equipo diseñaron genéticamente sus tomates para producir 6F, un pequeño péptido que imita la acción de la apoA-1 —que es la principal proteína de la HDL.
El consumo de este péptido puede favorecer a quienes sufren diversas enfermedades inflamatorias

Los ratones que fueron alimentados con estos tomates carecían previamente de la capacidad de eliminar de la sangre la lipoproteína de baja densidad (LDL), conocida como colesterol malo.
Estos ratones habían desarrollado fácilmente inflamaciones y aterosclerosis al consumir una dieta rica en grasas.

Los investigadores se encontraron con que los ratones que comieron los tomates enriquecidos con el péptido tenían niveles significativamente más bajos de inflamación, mayor actividad de la paraoxonasa, niveles más altos de colesterol bueno, menos ácido lisofosfatídico y una menor cantidad de placa aterosclerótica.
Unas horas después de que los ratones terminaron de comer se encontró el péptido intacto en el intestino delgado pero no en la sangre.

Según los investigadores, lo anterior sugiere que el péptido actuó en el intestino delgado para luego degradarse en forma de aminoácidos naturales antes de ser absorbido en la sangre tal y como sucede con otros péptidos y proteínas que están presentes en el tomate.

Otro de los investigadores comentó que es altamente probable que el mecanismo de acción de los tomates enriquecidos con el péptido provoque una alteración del metabolismo de los lípidos en el intestino, lo cual tiene un impacto positivo en el colesterol.

Estudios realizados previamente por el profesor Fogelman y su equipo sugieren que quienes padecen diversas enfermedades con un componente inflamatorio como el mal de Alzheimer, el cáncer de ovario y de colon, la diabetes y el asma podrían beneficiarse del tratamiento con este péptido mimético de la apoA-1.

Fuente: clubdarwin