lunes, 20 de mayo de 2013

Las importaciones chinas, en el centro de los fraudes en la industria de la miel

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Etiquetado engañoso, origen falso, jarabe de glucosa añadido: alrededor del 10% de la miel aprobada y comercializada en Francia es fraudulenta, según el Centro de estudios técnicos apícolas de Mosela (CETAM).

"El 10% de las muestras que recibimos cada año para ser analizadas son dudosas. La gran mayoría son productos muy baratos que se venden en supermercados", sostiene Paul Schweitzer, director del CETAM y especialista en polen.


En el origen de este fraude está la miel importada de China, pero también de Europa del Este. Al entrar en territorio francés, las etiquetas de estos productos son remplazadas por etiquetas en las que conste la mención "origen Francia".

"Las mieles que sufrieron adulteraciones de dudosa calidad provienen principalmente de Asia, en particular de China. El fenómeno también concierne a la miel de acacia de Hungría, Bulgaria, Rumanía o Polonia," indica el portavoz de la Unión Nacional de Apicultura francesa (UNAF), Henri Clement.

Con 300.000 toneladas por año, China es hoy el primer productor de miel a nivel mundial.

"Algunos productos chinos llegan al puerto de Hamburgo (Alemania), en donde se centraliza el negocio de la miel, y salen de ahí con etiquetas francesas o españolas", lamenta el portavoz de la Unión Nacional de la Apicultura francesa, Henri Clement.

Este fraude no concierne unicamente al origen de la miel pero también a su composición. Según análisis realizados por el Cetam, algunos productos vendidos como miel están hechos en realidad con jarabe de glucosa.

"La ley limita la cantidad de azúcar en la miel, pero se basa en la cantidad de sacarosa que contiene el producto, mientras que hoy en día, la mayoría de azúcares se componen de maltosa," explica Paul Schweitzer.


Fuente: agromeat.com