lunes, 29 de julio de 2013

EE.UU refuerza los controles de seguridad alimentaria para las importaciones

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El Gobierno de EE.UU ha anunciado nuevas normas por las que requerirá controles más estrictos de seguridad alimentaria a todos los productos alimenticios importados, que suponen un 15% del total de la comida que se consume en el país.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU (FDA, siglas en inglés) anunció hoy dos nuevas normas con las que busca prevenir nuevos brotes de intoxicación alimentaria, tras varios episodios de ese tipo relacionados con productos importados.

Las reglas exigirán a las entidades importadoras verificar que sus proveedores extranjeros implementan "prácticas modernas de seguridad alimentaria, orientadas a la prevención", y logran "el mismo nivel de seguridad que los agricultores y procesadores" localizados en Estados Unidos, informó la FDA en un comunicado.

"En lugar de apoyarse sólo en los investigadores de la FDA en los puertos de entrada para detectar y responder a problemas de seguridad alimentaria, los importadores tendrán, por primera vez, la responsabilidad de verificar, de forma transparente para la FDA, que la comida que importan es segura", explicó el funcionario de la agencia Michael R. Taylor.

El cambio obligará a los importadores a elaborar un plan específico para su labor, que incluye identificar riesgos relacionados con cada alimento y certificar que éstos están controlados.

En segundo lugar, la FDA comenzará a conceder acreditaciones a agencias gubernamentales extranjeras o empresas privadas para que a su vez autoricen a inspectores independientes a que a "inspeccionen y emitan certificaciones para instalaciones y alimentos extranjeros, bajo ciertas circunstancias".

"En general, no se obligará a que los importadores obtengan certificaciones, pero éstas pueden ser usadas por la FDA para determinar si admite ciertos alimentos importados que presenten un riesgo de seguridad a Estados Unidos", señaló la agencia, que no dio más datos sobre esos productos de riesgo.

Las reglas excluyen los productos cárnicos, regulados por el Departamento de Agricultura, y el pescado y mariscos, que cuentan con sus propias regulaciones para las importaciones; además de a los pequeños importadores, cuyas ventas a EE.UU. no superen los 500.000 dólares anualmente.

La FDA calcula que el 50% de las frutas frescas que consumen los estadounidenses son importadas, así como el 20% de las verduras y buena parte de los quesos, tres grupos de alimentos a los que sí se aplican las nuevas normas.

En los últimos meses, la venta de una mezcla congelada de frutos del bosque ha sido relacionada con 153 casos de Hepatitis A en EE.UU., y también se han relacionado las frutas y verduras importadas con un brote de infección gastrointestinal que ha afectado a al menos 320 personas en 13 estados.

Las reglas, elaboradas a raíz de una ley aprobada por el Congreso estadounidense en 2010 para robustecer la seguridad alimentaria, se mantendrán en periodo de revisión durante 120 días antes de entrar en vigor.


Sin embargo, en contraposición a todo este despliegue por la búsqueda de la seguridad alimentaria, los consumidores norteamericanos están indignados por la actuación de la FDA respecto al levantamiento de la prohibición de venta de piensos animales contaminados por ciertas cepas de Salmonella. Según la agencia, estas cepas no causan enfermedad en animales, pero las asociaciones de consumidores responden que sí constituyen una amenaza para la salud pública. Lo que lleva a la siguiente pregunta: ¿Está la FDA haciendo lo suficiente para proteger a los consumidores frente a los brotes de Salmonella?

Fuentes: 
- eurocarne.com
- albeitar.portalveterinaria.com