jueves, 31 de julio de 2014

Mejoran la calidad de los alimentos en conserva con esencia de tomillo, orégano y nisina

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Investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica (ETSIA) de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) han logrado mejorar la calidad de los alimentos en conserva utilizando aceites esenciales de tomillo, orégano y nisina, es decir, un bioconservante que producen las bacterias lácticas.

Asimismo, el proceso, que combina estas esencias con tratamientos térmicos y que sólo utiliza antimicrobianos naturales, se ha aplicado con éxito en crema de verduras envasada en brik y en zumo de zanahoria, según informaron fuentes de la institución docente en un comunicado.

Igualmente, los resultados forman parte de la tesis doctoral con mención europea y que ha recibido la máxima calificación, 'Tratamientos combinados de calor y antimicrobianos naturales en la viabilidad de distintos microorganismos', defendida por María Dolores Esteban y dirigida por Alfredo Palop, del departamento de Ingeniería de Alimentos y del Equipamiento Agrícola.

De esta manera, Esteban ha analizado diferentes tratamientos térmicos que se utilizan para destruir microorganismos y garantizar la seguridad alimentaria. Además, según los investigadores, los procesos térmicos convencionales afectan a la calidad, ya que los alimentos pierden nutrientes y otras propiedades, como el sabor o el color, entre otros.

Así, citan como ejemplo un zumo de naranja fresco frente a uno envasado en brik. "Si se combina el tratamiento térmico con los aceites esenciales, se puede mejorar la calidad del alimento", han destacado.

Por tanto, la principal aportación del trabajo de investigación es haber logrado una mejora de la calidad del alimento a través de antimicrobianos naturales. De este modo, el sistema desarrollado se podría incorporar con éxito a distintos alimentos envasados, tales como conservas vegetales y zumos.

Además, para los ensayos se ha utilizado el termorresistómetro Mastia, es decir, un equipo patentado por la Universidad Politécnica de Cartagena para estimar la resistencia al calor de microorganismos y componentes de alimentos o aditivos, vendido a varias empresas agroalimentarias y universidades de varios países.

Fuente: europapress