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Kelly Westmacott, una de las investigadoras del grupo, afirma que ya poseen una tecnología patentada que están tratando de introducir dentro de las líneas de trabajo de los mataderos. Esta técnica es capaz de medir el olor sexual de las canales de cerdo y tiene el potencial de incluirse dentro de la cadena de sacrificio.
Según Westmacott existen una serie de alternativas a la castración quirúrgica como pueden ser la selección genética, la vacunación, la manipulación de la dieta así como diversas estrategias de manejo animal. Estas necesitarían de un sistema de seguimiento que asegure su efectividad de forma rápida y económica, algo que en su opinión no existe actualmente.
Una vez que finalice el proyecto, previsto para dentro de 4 años, el sistema podría ayudar a mejorar la satisfacción de los consumidores e incrementar la competitividad de la cadena cárnica del Reino Unido permitiendo el sacrificio y la obtención de canales más pesadas.
Según Westmacott existen una serie de alternativas a la castración quirúrgica como pueden ser la selección genética, la vacunación, la manipulación de la dieta así como diversas estrategias de manejo animal. Estas necesitarían de un sistema de seguimiento que asegure su efectividad de forma rápida y económica, algo que en su opinión no existe actualmente.
Una vez que finalice el proyecto, previsto para dentro de 4 años, el sistema podría ayudar a mejorar la satisfacción de los consumidores e incrementar la competitividad de la cadena cárnica del Reino Unido permitiendo el sacrificio y la obtención de canales más pesadas.
Fuente: eurocarne.com