Existen leyes de muchos países que prohíben dicho uso de hormonas, no obstante, acaba de publicarse un articulo donde el Dr Nick Dale, de la universidad de Georgia, y el Dr Douglas Zaviezo, consultor internacional de nutrición, explican porque no se usan las hormonas en la industria avícola.
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¿Cómo surgió el mito?
En los años 50 ó 60, los animales se engordaban como 4 o 5 meses antes de faenarlos. Entonces en Europa se les ocurrió darles hormonas femeninas al pollo, inyectándoselas en el cuello para provocarle una suerte de castración al macho; para ver si engordaba más. Los empleados se comieron los cuellos de los pollos donde se infectaban las hormonas y desarrollaron ginecomastia (que es un desarrollo patológico de las glándulas mamarias). Eso se publicó en muchas revistas de medicina de todo el mundo. Desde entonces, la gente cuando ve un pollo que en tan poco tiempo crece tan rápido y es tan grande que dice: “esto tiene hormonas”.
Fuentes: http://www.elsitioavicola.com/
http://www.taringa.net/posts/info/1543700/pollos-con-hormonas.html