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La iniciativa, enmarcada en el Perfil Línea 1 de I+D Aplicada de Corfo, contempla el estudio de mercado y la realización de estudios preliminares a nivel de laboratorio para el desarrollo del bioplástico, transformando lo que hasta ahora son sólo desechos de la piel del tomate en un subproducto, para su aplicación en la industria de envases. El financiamiento es por un período de 6 meses.
La Dra. Mónica Pérez indicó que este bioplástico tendría propiedades biodegradables y similares a algunos polímeros convencionales que existen hoy en día, y por ello resulta bastante interesante su ejecución. Además informó que existe una empresa socia que está apoyando esta iniciativa.
“El objetivo es desarrollar un polímero con propiedades similares a los sintéticos, pero que sea biodegradable, no contaminante y con cero costo ambiental. Se podría utilizar como envase para la industria frutícola u otras industrias”, dijo la investigadora.
Se mostró muy contenta, porque a través de la ciencia aplicada es posible generar un impacto directo sobre la sociedad, tanto a nivel regional o nacional. Agregó que esto también es una buena noticia para la Facultad de Ciencias Químicas. “En conjunto con los proyectos de ciencia básica es importante para la Facultad ir creciendo en el desarrollo de proyectos aplicados y la línea de Corfo es una de ellas, y esta aprobación me tiene muy feliz”, sostuvo.
Entre otras actividades que contempla este proyecto está una estadía en el Instituto del Plástico en Valencia y la participación en congresos en la materia.Fuente: Universidad de Concepción
La Dra. Mónica Pérez indicó que este bioplástico tendría propiedades biodegradables y similares a algunos polímeros convencionales que existen hoy en día, y por ello resulta bastante interesante su ejecución. Además informó que existe una empresa socia que está apoyando esta iniciativa.
“El objetivo es desarrollar un polímero con propiedades similares a los sintéticos, pero que sea biodegradable, no contaminante y con cero costo ambiental. Se podría utilizar como envase para la industria frutícola u otras industrias”, dijo la investigadora.
Se mostró muy contenta, porque a través de la ciencia aplicada es posible generar un impacto directo sobre la sociedad, tanto a nivel regional o nacional. Agregó que esto también es una buena noticia para la Facultad de Ciencias Químicas. “En conjunto con los proyectos de ciencia básica es importante para la Facultad ir creciendo en el desarrollo de proyectos aplicados y la línea de Corfo es una de ellas, y esta aprobación me tiene muy feliz”, sostuvo.
Entre otras actividades que contempla este proyecto está una estadía en el Instituto del Plástico en Valencia y la participación en congresos en la materia.Fuente: Universidad de Concepción