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Este equipo de investigación, lleva más de tres años trabajando en un proyecto de investigación aplicada, denominado Extrasuper, cuyos primeros resultados evidencian que las nuevas tecnologías limpias basadas en fluidos supercríticos y ultrasonidos permiten una extracción de los ácidos grasos saludables de estos aceites más competitiva en costes y más segura que los métodos de extracción convencionales, según los responsables de la iniciaitiva.
Se trata –dicen– de un gran avance, "ya que supone resolver uno de los principales obstáculos para la producción industrial y comercialización de productos obtenidos a partir de microalgas. La extracción del aceite de la biomasa seca de las microalgas es una de las fase más intensivas en cuanto a costes y menos desarrollada a escala industrial", subrayan.
Según estas fuentes, los resultados obtenidos a lo largo del proyecto han mostrado la notable influencia de la tipología de microalga en la obtención de las fracciones ricas en ácidos grasos saludables.
Las investigaciones se han realizado utilizando dos especies de microalgas, concretamente Nannocloropsis gaditana y Scenedesmus sp. La biomasa de Nannocloropsis gaditana ha presentado un perfil de ácidos grasos especialmente rico en omega 3 y más concretamente, ácido eicosapentaenoico (EPA), que se asocian al desarrollo cerebral y ocular así como a la prevención de enfermedades cardiovasculares o cerebrales como el alzéhimer, señalan los investigadores.
Los responsables del proyecto también indican que en el perfil de ácidos grasos de la especieScenedesmus sp destacó el contenido en omega 9, sustancias que también están despertando interés por parte de la industria, los dietistas y los consumidores. "Además de asociarse a efectos positivos sobre el metabolismo humano, recientemente los aceites ricos en omega 9 se han revelado como alternativa para sustituir los aceites parcialmente hidrogenados en la elaboración de alimentos, para dar lugar a productos más saludables y seguros libres de las nocivas grasas trans”, subrayan.
Se trata –dicen– de un gran avance, "ya que supone resolver uno de los principales obstáculos para la producción industrial y comercialización de productos obtenidos a partir de microalgas. La extracción del aceite de la biomasa seca de las microalgas es una de las fase más intensivas en cuanto a costes y menos desarrollada a escala industrial", subrayan.
Según estas fuentes, los resultados obtenidos a lo largo del proyecto han mostrado la notable influencia de la tipología de microalga en la obtención de las fracciones ricas en ácidos grasos saludables.
Las investigaciones se han realizado utilizando dos especies de microalgas, concretamente Nannocloropsis gaditana y Scenedesmus sp. La biomasa de Nannocloropsis gaditana ha presentado un perfil de ácidos grasos especialmente rico en omega 3 y más concretamente, ácido eicosapentaenoico (EPA), que se asocian al desarrollo cerebral y ocular así como a la prevención de enfermedades cardiovasculares o cerebrales como el alzéhimer, señalan los investigadores.
Los responsables del proyecto también indican que en el perfil de ácidos grasos de la especieScenedesmus sp destacó el contenido en omega 9, sustancias que también están despertando interés por parte de la industria, los dietistas y los consumidores. "Además de asociarse a efectos positivos sobre el metabolismo humano, recientemente los aceites ricos en omega 9 se han revelado como alternativa para sustituir los aceites parcialmente hidrogenados en la elaboración de alimentos, para dar lugar a productos más saludables y seguros libres de las nocivas grasas trans”, subrayan.
Extracción pura sin restos de disolventes
Las insitituciones indican que la utilización de fluidos supercríticos constituye una opción mucho más limpia y segura que los procesos convencionales extractivos con disolventes orgánicos tóxicos, ya que permite preservar los principios activos y características propias de las sustancias, en este caso de aceites de las microalgas con sustancias fundamentales para el metabolismo humano, como ácidos grasos insaturados omega 3, 6 y 9.
Esta tecnología logra aplicar el CO2 en un estado que no es ni gas ni líquido pero presenta una combinación de propiedades intermedias actuando como un disolvente limpio, generando productos exentos de restos químicos. Al ser inerte, también protege a los extractos de la oxidación, es decir, del deterioro del principio activo. Si a esta ventaja se le une los ultrasonidos, en algunos casos se logra además abaratar de forma importante el proceso extractivo, explican los científicos.
El consorcio está estudiando ahora la viabilidad técnico-económica de esta tecnología extractiva y evaluando su implantación industrial.
Extrasuper cuenta con financiación del subprograma INNPACTO, del Ministerio de Economía y Competitividad, y Fondos FEDER. El proyecto se ha desarrollado durante tres años con un presupuesto de 976.000 euros.
Fuente: innovanoticias.com