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En la investigación que se publicó en la revista Current Biology, Martin y sus colegas estudiaron los tomates enriquecidos con antocianinas, un pigmento natural que confiere una elevada capacidad antioxidante.
Ya se ha descubierto que los tomates transgénicos morados prolongan la vida de los ratones propensos al cáncer y en los últimos hallazgos se ha visto que tienen una vida útil del doble de los tomates normales, esto es, un promedio de 21 días a 48 días.
Ahorro y una mayor vida útil
"Las pérdidas después de la cosecha debido a la descomposición son un problema tan grave para los productores y los supermercados que incluso un aumento de la vida útil de un día puede hacer una gran diferencia", dijo Yang Zhang, del John Innes Centre.
Una forma de mejorar la vida útil de los tomates consiste en cosecharlos temprano, cuando aún están verdes e inducirlos a madurar artificialmente con etileno. Sin embargo, esto provoca la pérdida de sabor. Otro método consiste en cultivar variedades que nunca se maduran, pero éstos nunca desarrollan un sabor completo.
Hallazgos fundamentales
En el estudio actual, se encontró que las antocianinas ralentizan el proceso de sobre-maduración que conduce a la putrefacción y el ablandamiento, y se obtienen tomates con una larga vida útil y un sabor completo.
Los tomates morados también son menos susceptibles a una de las enfermedades de postcosecha más importantes, el moho gris causado por Botrytis cinerea.
Los tomates convencionales ahora se pueden cribar por su capacidad antioxidante. Los que tienen más compuestos antioxidantes se pueden utilizar como líneas parentales para la cría.
La investigación ha identificado una nueva diana para los criadores para producir variedades de tomate con más sabor, y más atractivos para los consumidores, además de un mayor valor en el mercado debido al aumento de la vida útil.
Otras variedades de tomates JIC altas en una variedad de compuestos como los que se encuentran en el vino tinto están siendo utilizados por la empresa Biodeb para desarrollar una gama de productos de cuidado de la piel.
La investigación fue financiada por los proyectos de la UE FLORA y ATHENA, una beca de la Fundación John Innes para Yang Zang, una concesión para el Centro John Innes del BBSRC, una beca EMBO, la Fundación Genoma y el Ministerio de Ciencia y Educación de España.
Ahorro y una mayor vida útil
"Las pérdidas después de la cosecha debido a la descomposición son un problema tan grave para los productores y los supermercados que incluso un aumento de la vida útil de un día puede hacer una gran diferencia", dijo Yang Zhang, del John Innes Centre.
Una forma de mejorar la vida útil de los tomates consiste en cosecharlos temprano, cuando aún están verdes e inducirlos a madurar artificialmente con etileno. Sin embargo, esto provoca la pérdida de sabor. Otro método consiste en cultivar variedades que nunca se maduran, pero éstos nunca desarrollan un sabor completo.
Hallazgos fundamentales
En el estudio actual, se encontró que las antocianinas ralentizan el proceso de sobre-maduración que conduce a la putrefacción y el ablandamiento, y se obtienen tomates con una larga vida útil y un sabor completo.
Los tomates morados también son menos susceptibles a una de las enfermedades de postcosecha más importantes, el moho gris causado por Botrytis cinerea.
Los tomates convencionales ahora se pueden cribar por su capacidad antioxidante. Los que tienen más compuestos antioxidantes se pueden utilizar como líneas parentales para la cría.
La investigación ha identificado una nueva diana para los criadores para producir variedades de tomate con más sabor, y más atractivos para los consumidores, además de un mayor valor en el mercado debido al aumento de la vida útil.
Otras variedades de tomates JIC altas en una variedad de compuestos como los que se encuentran en el vino tinto están siendo utilizados por la empresa Biodeb para desarrollar una gama de productos de cuidado de la piel.
La investigación fue financiada por los proyectos de la UE FLORA y ATHENA, una beca de la Fundación John Innes para Yang Zang, una concesión para el Centro John Innes del BBSRC, una beca EMBO, la Fundación Genoma y el Ministerio de Ciencia y Educación de España.
Fuente: clubdarwin.net