jueves, 30 de mayo de 2013

Supermercados infunden temor sobre transgénicos para vender más caro

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En muchas ocasiones los supermercados sacan provecho de temores infundados sobre la alimentación y la salud para ofrecer productos más caros de lo habitual. Entre los mitos más importantes levantados en los últimos años se encuentran los alimentos libres de transgénicos transmitiendo al consumidor la idea errónea de que los transgénicos en sí son perjudiciales para la salud del consumidor, informó la fundación Antama.

Estas campañas de desinformación sobre los alimentos transgénicos hacia los consumidores por parte de los supermercados, impulsadas y apoyadas por los grupos ecologistas, buscan crear temores para poder así vender productos a un precio mayor.

Así lo refleja el diario británico The Guardian explicando que no existe evidencia científica que apoye los rumores sobre efectos adversos de los alimentos que contengan material procedente de plantas modificadas genéticamente, complementó dicha organización.

Con la comercialización de productos como ‘libres de’ los supermercados están jugando con los temores de la gente basándose en rumores”, denuncia el diario británico. Esta situación no sólo se vive con los alimentos transgénicos, también pasa con el edulcorante aspartamo o el potenciador de sabor glutamato de sodio.

Movidos por esta crítica situación, la Voice of Young Science network escribió una carta abierta a las cadenas de supermercados pidiendo que dejen de engañar a los clientes y revisen sus políticas de reclamo negativo. La carta pedía que los supermercados justifiquen las razones por las que se comercializan los productos “libres de”, una petición que pocos respondieron y los que lo hicieron no lograron aportar ninguna evidencia de efectos negativos para la salud.

Las respuestas recibidas por los supermercados fueron que este tipo de acciones son sólo una respuesta a las inquietudes de sus clientes, no porque exista riesgo alguno en dichos productos. Los supermercados culpan a los clientes para justificar su labor desinformativa que camina contra los avances de la ciencia y las labores de comunicación que la comunidad realiza cada día.

Debe ser un tema científico, no político

Por otra parte, la fundación Antama difundió una entrevista al agricultor andaluz Francisco Javier Fernández, miembro de la Asociación PRObio, sobre la situación de la agricultura española y europea y el papel que juegan los cultivos transgénicos o modificados genéticamente (MG) en la competitividad del sector.

Con mucha lucidez Fernández dijo que la biotecnología agraria se esté tratando como un tema político cuando debería ser analizado desde un punto de vista científico. También denunció la paradoja europea que permite importaciones de transgénicos cuyo cultivo está prohibido en el marco comunitario.

También se refirió a la demagogia de los grupos ecologistas que “está perjudicando los intereses de millones de agricultores europeos”.

El agricultor con criterios técnicos y económicos siempre va elegir el tipo de semilla que mejor pueda defender sus intereses”, agregó Fernández.

Cuando se dice que las compañías de semillas monopolizan el mercado es un demagogia muy abultada. Prueba de ello es la evolución del maíz BT en España, que empezó su comercialización sólo con dos variedades de una sola compañía y actualmente existen unas 40 variedades en manos de más de 6 compañías (dos de ellas españolas). Si miramos en el resto del mundo hay que destacar el caso del algodón transgénico en India y China en la que participan empresas públicas y privadas”, añadió.

En el final de la entrevista de Antama el productor andaluz pidió que se le dé “la libertad que tienen los agricultores de otros continentes para poder adquirir estos nuevos cultivos (transgénicos) y así, a partir de ese momento, poder competir en igualdad de condiciones. También queremos que se trate a la Biotecnología como ciencia y no como política”, concluyó.


Fuente: todoelcampo.com