Níquel |
El níquel es un componente de la superficie de la Tierra, y es ubicuo en la biosfera. Su presencia en los alimentos y el agua potable puede surgir de fuentes naturales o como consecuencia de actividades humanas industriales y tecnológicas.
En general, los alimentos que mayormente contribuyen a la exposición alimentaria a Ni son: granos y productos a base de cereales, bebidas no alcohólicas, azúcar y confitería, legumbres, frutos secos y semillas oleaginosas, y vegetales y productos vegetales (incluyendo hongos). Leche y productos lácteos contribuyen también a la exposición, sobre todo, en la población infantil. En cambio, la contribución de agua potable a la exposición total a Ni es muy pequeña.
En personas sensibles, la dermatitis de contacto sistémica (SCD) fue considerada como el efecto crítico más adecuado a la hora de evaluar los efectos agudos del Ni después de la exposición oral a dicho metal. Tras aplicar un margen de exposición (MOE) de 10 como de baja preocupación, y considerando el percentil 95, los resultados de la evaluación mostraron que los niveles de exposición aguda eran considerablemente inferiores a 10 para todos los grupos de edad. No obstante, en los niveles actuales de exposición alimentaria aguda del Ni, existe la preocupación de que los individuos sensibilizados pueden desarrollar reacciones cutáneas eccematosas.
Respecto a la exposición crónica al Níquel a través de la dieta, los valores resultaron entre 2 y 13,1 µg Ni / kg de peso corporal (pc) / por día, valores cercanos o superiores a la IDT, sobre todo, en la población infantil y adolescente. Por tanto, el Panel ha considerado que la exposición alimentaria actual crónica al Ni es motivo de preocupación para la salud humana.
El Panel recomienda la necesidad de realizar estudios para evaluar la relevancia humana de los efectos sobre la reproducción y el desarrollo observados en animales de experimentación y sobre la absorción humana de níquel de los alimentos, por ejemplo, en combinación con estudios de dieta.
En general, los alimentos que mayormente contribuyen a la exposición alimentaria a Ni son: granos y productos a base de cereales, bebidas no alcohólicas, azúcar y confitería, legumbres, frutos secos y semillas oleaginosas, y vegetales y productos vegetales (incluyendo hongos). Leche y productos lácteos contribuyen también a la exposición, sobre todo, en la población infantil. En cambio, la contribución de agua potable a la exposición total a Ni es muy pequeña.
En personas sensibles, la dermatitis de contacto sistémica (SCD) fue considerada como el efecto crítico más adecuado a la hora de evaluar los efectos agudos del Ni después de la exposición oral a dicho metal. Tras aplicar un margen de exposición (MOE) de 10 como de baja preocupación, y considerando el percentil 95, los resultados de la evaluación mostraron que los niveles de exposición aguda eran considerablemente inferiores a 10 para todos los grupos de edad. No obstante, en los niveles actuales de exposición alimentaria aguda del Ni, existe la preocupación de que los individuos sensibilizados pueden desarrollar reacciones cutáneas eccematosas.
Respecto a la exposición crónica al Níquel a través de la dieta, los valores resultaron entre 2 y 13,1 µg Ni / kg de peso corporal (pc) / por día, valores cercanos o superiores a la IDT, sobre todo, en la población infantil y adolescente. Por tanto, el Panel ha considerado que la exposición alimentaria actual crónica al Ni es motivo de preocupación para la salud humana.
El Panel recomienda la necesidad de realizar estudios para evaluar la relevancia humana de los efectos sobre la reproducción y el desarrollo observados en animales de experimentación y sobre la absorción humana de níquel de los alimentos, por ejemplo, en combinación con estudios de dieta.
Fuente: www.elika.net